Páginas

miércoles, 26 de octubre de 2011

Testigo incómodo

El comandante de la guardia suiza nunca llegó a cruzar el umbral. Cayó herido de muerte, durante el saqueo. Y se anuló la  audiencia de urgencia que había solicitado.
 El resto del ejército fue retrocediendo hacia San Pedro conforme aumentaban las bajas. Sólo nos libramos cuarenta y dos, que rodeamos al Papa en el altar y le ayudamos en su huída hasta el castillo de Sant’Angelo. Yo fuí por detrás. Y  le vi, mi cardenal,  caer en el puente y comprobé que estaba herido de muerte. Una flecha le atravesaba el pecho. Una flecha disparada desde el ángel de bronce. Por mandato divino o por un asesino. Por eso desconfío, señor. ¿O no se ha fijado en el acento español de este Clemente?

sábado, 8 de octubre de 2011

La Inercia

Reunidos en sesión secreta y extraordinaria, la Real Academia de lo Políticamente Incorrecto, en adelante RAPI,  debatía sus estatutos:
-Aceptaremos niños, hijos, padres e incluso miembros como sustantivos colectivos –comentó el profesor.
-Se sustituirá “contabilizar” por “contar”-explicó el banquero.
-Bajo ningún concepto se aceptará “optimizar” como sinónimo de “mejorar” -afirmó el patrón.
-Un contenedor de papel de oficina es una papelera –clamó el administrador.
-Un sistema de descanso es un colchón –exhortó el vendedor.
 -Un sistema financiero es un fraude- rugió el instigador. 
Y un incómodo silencio recorrió el despacho. El más veterano alzó la voz y dijo gravemente:
 -  Quizá todavía no estemos preparados.
 Los miembros y miembras de la RAPI se miraron unos a otros,  unas a otras,  unas a otros y unos a otras. Cabizbajos, cabizbajas, cerraron sus carpetas y aplazaron la sesión,  sine die.